¿Quiere permanecer dentro de la manada o prefiere salirse del montón? ¿Prefiere estar protegido o expuesto al riesgo?
Desde siempre separarse de la manada ha supuesto la muerte.
A nivel personal y empresarial a veces preferimos la seguridad de la manada y nos asusta hacernos cargo de nosotros mismos. Nos atemoriza romper con el rodillo que impone el clan, nos da vértigo hacernos responsables de nuestro destino.
¿Quiere permanecer dentro de la manada o prefiere salirse del montón? Debe decidir.
“Ser del montón” o Propuestas de valor homogéneas y océanos rojos.-
En el montón somos uno mas, casi invisibles, irrelevantes. Lo que ocurra, parece que ocurrirá a todos. Imitaremos el movimiento de otros para mantener el montón apretado.
Muchos sectores tienen la tendencia de que sus productos y servicios, incluso sus estrategias y organizaciones, sean cada vez mas parecidas, mas estándares… muchas empresas han trabajado los costes, mejorado procesos, enfatizando en el “no fallar”… pero el sector tiene una peligrosa indiferenciación en sus propuestas de valor.
Todos son muy parecidos, todo es igual o muy similar desde la perspectiva del cliente.
Desde el punto de vista del cliente, se cubren sus necesidades y casi cualquiera podría hacerlo. Y en el mercado se acaba compitiendo por precio.
Es un océano rojo, lleno de sangre donde son cada vez mas, compitiendo por cada vez menos… donde a la larga, todos pierden.
Los clientes son acusados de infieles y dichos negocios penden de un hilo… deteriorado.
“Separarse de la manada” o Propuestas de valor diferenciadas, experiencia del cliente y océanos azules.-
Unos pocos deciden salirse de la manada, separarse del abrigo del rebaño para buscar nuevos océanos, nuevos espacios.
Cuando abundan las propuestas similares parece ventajoso diferenciarse, invertir la tendencia “nadando a contracorriente” con propuestas de valor emocionantes, generando vínculos emocionales con clientes y haciendo que estos sean los comerciales mas entusiastas de tu marca.
El cliente está saturado de mas de lo mismo, está bien informado y es fiel a si mismo, por lo que espera algo que destaque, algo que le llegue a sus valores íntimos, algo que le conmueva su corazón y el de los suyos.
Los clientes quizá quieran sentir, contribuir, pertenecer, aprender, elevar su conciencia, transformar o dejar un legado. Averígüelo!!!.
Eso si, el cliente siempre decide libremente vincularse, es la fidelidad, hacer uno con la marca.
¿Prefiere esconderse en la manada o tomar su propio camino?
Hace años salirse de la manada equivalía a morir pero eso hoy ha cambiado en los mercados. ¡Estar en la manada indiferenciado supone languidecer!!! Puede buscar aliados, socios, proveedores…diferentes de usted con los que crear otro ecosistema.
La clave no es evitar la incertidumbre sino abrazarla.
Se buscan valientes!!
Tomas Elorriaga