12 pasos del Estrés a la Enfermedad

¿Puede el estrés convertirse en una dolencia? ¿Pueden el pensamiento y las emociones enfermarnos?

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Explicamos las posibles etapas y sus detalles de un proceso en gran parte no consciente

  1. Ocurre una adversidad o conflicto inesperado. La vida es cambio y si no haces  cambios proactiva, intencional y voluntariamente , la vida se encargará de que los hagas de forma reactiva, e involuntariamente a través de lo que llamamos “problemas, crisis y enfermedades”. Cuando ocurren «los problemas», se interpreta en base a tus creencias, valores y memorias. Para ser considerado estresante se debe dar una situación impactante de intensidad alta que no se espera y resulta dramática o bien una situación de intensidad media sostenida en el tiempo que permanece y parece que no se soluciona y que tiene visos de mantenerse. En ambos casos las situaciones superan nuestros recursos de afrontamiento y producen un desgaste mental, emocional.
  2. Activación simpática. El sistema nervioso autónomo o vegetativo activa el cuerpo a través de la inervación simpática que llega a todos los órganos del cuerpo de forma inconsciente liberando glucosa a la sangre para tener energía, aumentando ritmo cardíaco y respiratorio, liberando adrenalina y cortisol a los músculos. Es cuando tenemos síntomas de tensión muscular, sequedad de boca, se cierra el tracto digestivo y tenemos insomnio.
  3. Memorización del hecho. Cuando ocurre un hecho desestabilizante, nuestro cerebro presta atención a la escena conflictual con las personas, objetos y la situación externa con todo lujo de detalles visuales, auditivos, olfativos y kinestésicos. El recuerdo queda congelado en el cerebro y nuestra mente sólo percibe el conflicto en su foco atencional y la persona se queda pegada al conflicto.
  4. La mente trata de resolverlo. No sabemos mentalmente como responder y lo que la mente no resuelve, produce stress psicológico. Tratamos de resolver la situación dando vueltas al problema en nuestra cabeza una y otra vez incluyendo a la noche en la cama. El estrés psicológico aumenta porque el problema no tiene solución desde el exterior.
  5. El conflicto se hace emocional y aumenta. Nuestro cerebro emocional no distingue entre real, imaginado o recordado, sino que presta atención a las emociones. Cada vez que tratas de resolver el problema revives el drama emocional de forma repetitiva y es como si ocurriera de nuevo cada vez liberándose más sustancias químicas hormonales y neurotransmisores que llegan a todas las células del cuerpo. De manera que el conflicto original ha acabado ocurriendo tantas veces como vueltas le hayamos dado en nuestra cabeza, tantas veces como lo hayamos recordado. Además se añaden nuevas emociones ligadas a no poder resolver el problema con lo que la carga emocional de rabia, miedo, culpa, pena, tristeza, ira, odio, frustración, angustia, desesperación, impotencia, soledad, abandono, traición, asco… estas emociones de supervivencia aumentan su intensidad por encima del nivel que tenia el conflicto original.3 emociones
  6. Cambios en la actividad cerebral. La actividad cerebral del córtex prefrontal baja más, dejamos de ser racionales y creativos. Se activa más el sistema límbico y paleocerebro de manera que el sistema nervioso simpático aumenta su actividad y la respuesta va a ser mas primitiva, automática y programada, tipo lucha-parálisis-huida, mas instintiva y corporal.
  7. Desequilibrio neurovegetativo. Podemos soportar niveles altos de estrés, incluso hay evidencias de que el estrés puntual aumenta nuestra memoria y aprendizaje. Pero si el conflicto continua y hay rumiación, la masa conflictual aumenta y el cuerpo no recupera su equilibrio, no logra su homeostasis y queda desequilibrado en un estado de emergencia.
  8. Atrapada en el pasado. La persona queda atrapada en el conflicto, piensa, siente, habla y actúa desde el problema con pensamientos negativos, creencias de malestar, lenguaje de queja y culpa…queda biológicamente atrapada en el problema. Dado que las emociones son mas poderosas que el conocimiento, aunque te des cuenta no puedes hacer nada y te ves atrapada en el malestar. Además las emociones generan fuertes adicciones que te atrapan una y otra vez haciendo difícil salir de la situación.
  9. Relaciones sociales. Los familiares, amigos y compañeros de trabajo te preguntan y te obligan a darles explicaciones del problema lo que aumenta tu recuerdo, tus emociones de supervivencia ligadas, se crea mayor malestar y la persona se ancla al pasado. Según pasa el tiempo todas tus relaciones sociales te tratan desde el problema, es decir, el pasado se hace presente en todos los órdenes de tu vida social.
  10. Respuesta corporal. El stress emocional o conflicto biológico activa una respuesta instintiva del inconsciente. La repetición del conflicto refuerza circuitos neuronales en nuestro cerebro gracias a la neuroplasticidad, se producen activaciones y represión de genes del ADN por mecanismo epigenéticos, las mitocondrias ven alteradas sus funciones por oxidación y radicales libres, no hay energía para la reparación celular, el sistema inmunológico se ve afectado y debilitado por el cortisol como demuestra la psiconeuroinmunología y la neuroendocrinología. El cerebro y cuerpo generan una «solución biológica: La enfermedad». El conflicto no solucionado activa los programas de supervivencia que llevamos de serie y que han sido usados en la historia evolutiva del ser humano.
  11. Construcción de una falsa identidad. La persona queda inmersa en un problema cuadriplicado, porque es  mental, emocional, físico y social. Como la persona se ha congelado literalmente en los pensamientos acerca del problema y creencias de ella misma ante el problema, y como las emociones son del problema, los síntomas se hacen hábito y rutina, la personalidad se ve alterada y se construye una nueva identidad falsa que es un sucedáneo barato de nosotros mismos que nos creemos que es real. La persona le cuesta pensar con claridad, no puede concentrarse, está muy débil llega a identificarse desde el estrés y la enfermedad.
  12. Tocar fondo y despertar. Las consecuencias de salud, familiares, laborales, económicas son tan fuertes que nos convertimos en la persona que no queríamos ser. Llegamos a pensar en lo peor y solemos llegar a una situación de rendición. A veces decidimos dejar de luchar con lo exterior y empezar a usar nuestro poder con lo interior desde el inicio. Borrón y cuenta nueva, empiezas desde cero. Es aquí donde comienza la esperanza, la determinación de hacer el cambio desde dentro, la decisión de transformarse a uno mismo.

Para mas información de como revertir este proceso

Para organizaciones:

http://www.banpro.es/

Para personas individualmente:

http://www.humaning.es/

 

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Tomas Elorriaga

Biólogo

tomas.e@humaning.es

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