1.- TOMO CONCIENCIA DE QUE ES Y PARA QUE ES LA ENFERMEDAD.-
Aunque tengas una enfermedad fuerte y dolorosa no hay que atacarla, ni derrotarla, ni machacarla. ¿Para que matar a quien viene a ayudarte?
La enfermedad es un proceso biológico gestionado por nuestro inconsciente, es una solución biológica y es también la consecuencia de una percepción determinada, de una resonancia , de una emoción, de un lenguaje, de conductas y consecuencia también de las relaciones que he construido en mi vida.
Todo lo que me rodea es perfecto ta y como es. Es el entorno perfecto que necesito para mi propio bien aunque sea duro.
Vivimos la enfermedad para superarnos, para evolucionar, para aprender, para ser mejores, para tomar conciencia, integrarla y trascenderla. No tiene sentido quedarnos en la enfermedad. ¿Que es lo que debes aprender?
2.- TOMO CONCIENCIA DE QUE SOY YO Y ES MI MENTE.-
Todo lo tuyo, habla de ti.
Aunque la enfermedad está en mi cuerpo, todas mis percepciones, emociones, lenguajes, conductas y relaciones, tienen que ver conmigo.
No es fuera, es dentro. Mi mundo exterior es mi mundo interior. Si lo que hay fuera de mi viene de dentro de mi, no tiene sentido que los demás cambien, ni que mi realidad externa cambie, primero cambio yo.
No hay que sanar al cuerpo sino a mi mente. Es mi mente la que pone malo mi cuerpo. Pensando no arreglo nada, tomando conciencia si. La enfermedad es una de las maneras con las que me relaciono conmigo mismo.
Cuando mires tu historia personal y descubras que fue para bien, si no hay juicio ni culpa ni dolor, empezaste tu sanación interior, entonces el cuerpo seguirá a tu conciencia.
3.- TOMO CONCIENCIA DE MI FALSA Y NUEVA IDENTIDAD y ME TRANSFORMO.-
Sanar exige tomar conciencia de que yo soy. No eres ese pequeño yo. Trabajo la realidad exterior en mi interior.
Temes la enfermedad y no quieres enfermar pero a veces te agarras fuertemente a ella para no afrontar el encuentro pendiente contigo mismo. La enfermad si es molesta e incomoda, Por que nos quedamos anclados en la enfermedad?
Nos acostumbramos a la identidad que nos da la enfermedad porque nos libera de un stress psicológico y emocional. Es una situación incomoda pero segura. A nivel corporal es un martirio pero a nivel mental es calma, es una huida. Llevar la atención a tu cuerpo permite desviar la atención a tu mente. Prefieres una causa externa que ser responsable de ella. Así puedes quejarte de todo y culpar a los demás. Mentalmente reduce tu stress psicológico y emocional. Pero es un autoengaño.
Sabemos que nuestra enfermedad contiene información valiosa sobre nosotros mismos pero enfrentarnos al dolor original nos pone temerosos y lo evitamos. Como no queremos afrontar los miedos del pasado, nos quedamos enganchados al pasado y a la enfermedad. Nos enganchamos a la enfermedad crónica para no evolucionar y ahí nos quedamos pensando que nada puedo hacer.
Muchos por miedo a mirar dentro, se quedan quietos. Tememos mas mirarnos a un espejo que a la enfermedad. Puedes hacer mucho y recuerda que EL HACER GENERA SER.
La enfermedad te recuerda que tienes algo pendiente contigo mismo. Es una segunda oportunidad de afrontar lo que no supiste, no quisiste o no pudiste hacer. La causa esta en nosotros y sabemos que tarde o temprano deberé tomar conciencia, transformarme y cambiar mi vida.
Dicen que cuando Galileo Galilei era un viejo de barba blanca le preguntaron que años tenía. Respondió que 8 o 10. ¿Como? «Los años que tengo son los que me quedan de vida»-dijo.
¿Como quieres vivir los próximos años? La clave es conectarte contigo y actuar con tu verdadera identidad.
La conexión es contigo mismo, nosotros te acompañamos
Tomas Elorriaga
Biólogo
HUMANING
tomas.e@humaning.es