Aunque nuestro nivel de vida material es todavía alto, las situaciones de stress, ansiedad, angustia, miedo… se han multiplicado por 1.000 tanto a nivel individual como empresarial y social. ¿Sufrimos en la abundancia? Ya cansa el mensaje machacante de la escasez que se transmite una y otra vez.
La alta incertidumbre, la necesidad de innovar y la de construir proyectos empresariales con altos niveles de compromiso y significado, exigen una excelente gestión de las emociones y de los estados de ánimo.
¿Para que investigar y desarrollar metodología sobre el optimismo? En un País que principalmente entiende el I+D+i tecnológico y de producto, parece una aventura, hacer I+D+i sobre intangibles emocionales. Una vez mas, Banpro, al margen de los programas de ayudas institucionales a la investigación, está realizando una I+D+i muy especial; sobre optimismo. Lo hacemos porque lo que mejor tiene el país son las personas y debemos seguir mejorando, para descubrir el enorme potencial que tenemos de ser dueños de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, y por tanto, de ser dueños de nuestro destino como persona, organización y como sociedad.
Muchos ya sabemos que no existe el innovador triste y solitario, que el liderazgo por resonancia emocional positiva es clave, que debemos despertar en los clientes y en los profesionales de la organización emociones positivas intensas. Necesitamos las emociones para que disparen nuestra creatividad, nuestro talento para construir estrategias en la incertidumbre, generar modelos de negocio atrevidos, propuestas de valor emocionales, entornos organizativos con espacios de libertad y por tanto, una sociedad activa y con mejores resultados para todos.
La mayor parte de nosotros no somos tan optimistas ni trabajamos nuestro propio destino sino que nos creemos estar en una posición de víctima culpando a otros o a nosotros mismos de adversidades que creemos permanentes e irresolubles. Los optimistas sin embargo, que son estadísticamente menos, se centran en lo que quieren, gestionan su atención, considerar que algo está en su mano en vez de dedicarse a lamentarse, culparse o mirar al pasado y se ponen en marcha en el presente.
Una humilde aportación.-
Martin Selligman y otros expertos de la Psicología Positiva han estudiado profundamente el optimismo y sus aportaciones, pueden verse resumidas en la siguiente tabla. Nuestra investigación que, ahora compartimos, es modesta y bastante alineada con Selligman y otros autores. No cabe duda que lo que nos decimos a nosotros mismos, nuestro lenguaje interior, genera emociones y reacciones. Lo que creemos, creamos.
Los que usan mas el POR QUE.-
La observación de personas, profesionales y equipos con balance emocional negativo, destacan en como se interrogan a si mismos y también colectivamente. Parece que los pesimistas ante la adversidad, nos preguntamos POR QUE. ¿Por qué me ha tocado a mi? ¿Por qué me ha pasado esto? ¿Por qué ha fracasado este proyecto?
Esta inofensiva pregunta del POR QUE nos lleva a analizar una y otra vez el problema, y a darle vueltas a sus causas… a revolcarse en la negatividad sin parar, de la que salen culpables ajenos o nosotros mismos. Lleva a veces a una valoración negativa propia muy fuerte, cuando no genera un anclaje en lo que no quiero, en la adversidad que no puedo cambiar y a veces llega a generar un resentimiento hacia los demás o hacia mi mismo que consume toda la energía propia, del equipo y de la organización. Esta pérdida de energía nos lleva a la parálisis, a no aceptar la situación, a no intentar nada, a dejarnos llevar por las circunstancias… nos metemos en el papel de víctimas.
Los que usan mas el PARA QUE.-
La observación que hemos realizado de personas, profesionales y equipos con balance emocional positivo ante la adversidad, se preguntan PARA QUE. ¿Para que cosas positivas me ha ocurrido esto negativo? ¿Para que aspecto positivo no logro x?
El PARA QUE implícitamente supone la aceptación inmediata de la adversidad, en vez de negarla, con toda su negatividad. Pero el PARA QUE no mira al pasado, no lleva al análisis, nos lleva a obtener algo positivo, nos centra en la solución mas que en el problema, nos centra en el presente mirando al futuro, reducimos la dedicación a buscar culpables ajenos o propios, nos centra en lo que queremos, en la esperanza, en lo que puedo cambiar y con toda la energía propia y de los demás construimos una respuesta conjunta desde la serenidad y con todo el potencial mental-emocional intacto de todos. Intentamos algo desde la responsabilidad con plenitud de talento de todos.
Podemos entrenarnos en ser mas optimistas, podemos elegir donde ponemos la atención y podemos también elegir la pregunta que nos hacemos ante la adversidad, el POR QUE O EL PARA QUE. Tu decides.
Fantástico artículo, compañero.
Totalmente de acuerdo con vuestras conclusiones.
Un abrazo
[…] Contextos de reflexión permanente orientados mas al aprendizaje que a la culpa, más a las soluciones que a los problemas, mas velocidad que burocracia,más optimismo que pesimismo…(https://tomaselorriaga.com/2013/02/10/idi-sobre-optimismo/) […]