Ahora que sabemos que el estrés está detrás como generador de todas las enfermedades, podemos revisar la forma en la que vivimos las experiencias que llamamos «enfermedades», o «adversidades», «contrariedades», «putadas», «males»…
Si el estrés mantenido en el tiempo nos embarga de tristeza, ira, miedo, asco, culpa o vergüenza, si el efecto de dichas emociones se somatiza, si con el estrés se reduce nuestra capacidad de reparar nuestro cuerpo ya que nos oxidamos y deterioramos por radicales libres ya que la capacidad de reparación celular se reduce… que sentido tiene aumentar mas esta tensión?
Si se sabe que sentir prolongadamente una emoción de pena, miedo, culpa, ira…a la larga nos altera mental y físicamente, no tiene sentido la lucha contra la enfermedad, no tiene sentido derrotar a la enfermedad, la batalla no te conviene, ni en tu cuerpo, en tu mente, ni sentir mas esas emociones en ti.
¿A dónde nos lleva esto? A fortalecer un enfoque en el problema, a llevar la atención a la enfermedad, hacia lo negativo y creo «más de lo mismo».
Lo que llamamos enfermedades son soluciones, por tanto, sanarnos es comprender, dejar de quejarnos e integrar lo que el mensajero (enfermedad) quiere decirme (mensaje).
- ¿Para qué he atraído a mi esta situación inconscientemente?¿Que puedo aprender?
- ¿Maldecimos la enfermedad o le damos las gracias por la solución que fue en su momento?
PROPONEMOS AGRADECER Y BENDECIR LA OPORTUNIDAD DE LA ENFERMEDAD Y DE TODA ADVERSIDAD.
Cuando la persona toma conciencia, deja de luchar, agradece la solución, integra el mensaje, sus pensamientos cambian a mejor, sus emociones son reparadoras y se comienza el enfoque en la solución, a practicar el bienestar… y tu inconsciente biológico sabrá “desactivar la solución. Ya no es necesaria.”
No se trata de que cuando este bien estaré contenta, es justo al revés!!! Primero es estar yo bien y luego viene la sanación.
Se tu el creador de la vida que siempre has deseado. Mas información en http://humaning.es/
Tomas Elorriaga