Cuando estudiaba genética nos decían que los genes controlaban nuestra vida. Parecía que nuestra salud personal y profesional ya estaba escrita y era inalterable.
Todos nosotros hemos pensado que nuestros genes crean nuestra salud y destino. ¿Lo sigues pensando?
Sin duda algunos genes pueden predisponer a la obesidad, diabetes tipo 2 o enfermedades cardiacas, por ejemplo.
Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, la predisposición no es un determinismo del 100%, ni mucho menos.
Una familia con antecedentes de algunas enfermedades crónicas no te condenan a sufrirlas. No tienes que esperar que estarás enfermo hagas lo que hagas. Tienes posibilidades porque hay balas en la pistola, pero no tienes certeza de que se dispare y te mate la bala. Hay mucho que puedes hacer.
En la obesidad parece hacer 32 genes implicados, con su epigenoma que los activa o los desactiva. Pero ser obeso tiene que ver contigo, con cómo te alimentas, de que te alimentas, el ejercicio que haces, cómo gestionas tus emociones, como son tus relaciones, como gestionas la soledad, cuanto te quieres…
La mayoría de nosotros tendemos a atribuir demasiado poder a nuestros genes porque afectan a nuestro comportamiento. Sin embargo recientes descubrimientos relacionados con la epigenética sugieren que es al revés, nuestro comportamiento puede influir en cuál de nuestros genes se activan o desactivan.
Más del 90% de nuestra salud y bienestar actual está determinada por el entorno celular en el que nadan nuestros genes: los alimentos que comemos, el aire que respiramos, nuestro hábito de ejercicio, nuestras emociones y nuestra actitud frente al estrés.
Nuestro epigenoma es personal y único, y reversible. Es afectado por la alimentación, respiración, emociones, nivel de descanso, relaciones sociales…es el exposoma personal. Sabemos que es reversible.
Sin embargo trabajamos al menos 8 horas. ¿En que ambientes? ¿Con que jefes y compañeros? ¿Cual es tu exposoma laboral?
Habría que tener en cuenta que en el trabajo además de estar expuesto a sustancias potencialmente tóxicas, podemos estar con trabajos, climas laborales y jefes literalmente tóxicos.
Espero que si te cuidas a nivel personal estés trabajando en una organización que cuida también a las personas.
Y si no es así, espero que estés entrenado en resiliencia, porque lo que nos afecta no es lo que pasa sino nuestra interpretación de los hechos.
Tu salud está en juego y depende también de ti, de todos
Animo!
Tomas Elorriaga
info: http://www.banpro.es