1.- Creamos fuera los espacios emocionales que tenemos nosotros dentro.-
¿Y si en vez de enfocarnos a lo que no funciona y a quien se desvía negativamente de lo esperado, nos enfocáramos a lo que funciona y a quien se desvía en positivo?
Creamos nuestra propia realidad desde nuestro enfoque de atención. Obtenemos aquello a lo que prestamos atención.
¿Por que no enfocarnos en lo que marcha bien en las personas y organizaciones, lo que es estimulante , lo que se ha experimentado como bueno, y lo que es estimulador en vez de a lo que es deprimente?
Algunas empresas son lideradas por personas que han comprendido que para transformar la organización deben transformarse a si mismos.
Han tomado conciencia que sin el compromiso de las personas no hay nada que hacer por lo que se han dedicado a causar intencionalmente un clima emocional que:
- Cuidan las relaciones, la comunicación y la transparencia
- Ofrecen trabajos significativos, con sentido y poder de decisión
- Trabajan el perdón y la gratitud
- Los líderes se muestran optimistas, confiables e íntegros.
En estos climas, las personas sin sinceras, porque no hay ni culpa, ni tanto miedo bloqueante. Los problemas afloran, se resuelven y se previenen. El talento se despliega, los equipos funcionan, el clima emocional mejora y se contagia a clientes y accionistas. Los mejores resultados vienen después.
2.- Organizaciones están atrapadas en el pasado.-
El pasado suele ser un lastre para las empresas, y muchas dicen «que lo pasado, pasado está», pero aunque racionalmente no es así en la dimensión emocional.
Las emociones del pasado siempre afloran en el presente.
Muchas empresas que han pasado por despidos, concursos de acreedores, recortes de presupuestos, abandono de proyectos estimulantes, errores garrafales, cierres parciales de líneas de negocios, reubicaciones o presiones excesivas por conseguir resultados aunque se causen daños personales, han dejado demasiadas rencillas y resentimientos entre personas y departamentos.
En estas circunstancias, el pasado no solo está muy vivo en el presente sino que se repite una y otra vez.
Es como querer avanzar mirando hacia al pasado.
3.- ¿Que pueden hacer las empresas para crear climas positivos y obtener resultados?
Un clima positivo es aquel en el que las emociones agradables prevalecen por encima de las desagradables. Numerosas investigaciones científicas han confirmado que la promoción de emociones sociales como el perdón, la gratitud o el aprecio amplían las perspectivas cognoscitivas, mejoran la creatividad y productividad de las personas.
Pocos directivos se atreven a fomentar estrategias de trabajar el perdón y prefieren «dar por cerrado el pasado», no removerlo para que «huela menos la porquería».
Lamentablemente creer que el pasado se ha ido y creer que el pasado no tiene efecto en el presente no solo es de ingenuos sino que es además una evidencia de nuestra ignorancia sobre como sentimos las personas. El cerebro emocional no olvida.
Existen empresas que están logrando trascender el pasado, porque saben que el pasado se proyecta al futuro ya que lo conveniente, lo que no hay que hacer, las creencias, valores, éxitos, fracasos…hunden sus raíces en el pasado.
Además del enfoque del perdón para cerrar el pasado, es clave trabajar la humildad, el coraje y la ayuda en las conversaciones de la organización. Es clave fomentar un espíritu de logro y de estar pendientes de los compañeros que necesitan ayuda.
El reconocimiento de lo bueno y positivo de los demás, lo refuerza. Identificar y construir sobre los puntos fuertes de las personas es más beneficioso que buscar y corregir sus debilidades.
La comunicación positiva se produce en las organizaciones cuando el lenguaje afirmativo y solidario sustituye al lenguaje negativo y crítico.
Aquellos para quienes el trabajo es una manera de ganar dinero están motivados fundamentalmente por la recompensa económica. Caen en el mismo error de la empresa cuya única misión es solo «ganar dinero».
Las personas que son vocacionales, les gusta y llena lo que hacen y les da un sentido de misión vital plena, de contribuir a aportar algo valioso a la sociedad, genera unos beneficios intrínsecos y un sentido profundo del trabajo. Estas personas obtienen unos resultados de mayor satisfacción en su ámbito laboral y personal
El bienestar social en la organización, gracias a las interacciones interpersonales,– tienen efectos beneficiosos sobre numerosos aspectos del comportamiento humano y de la salud. De hecho, abundantes estudios reflejan que las relaciones sociales positivas afectan a los sistemas hormonal, cardiovascular e inmunológico del individuo, mejorando, por lo tanto, la salud, el bienestar y el rendimiento en el trabajo.
Las investigaciones sugieren que el clima emocionalmente positivo está asociado a resultados extraordinariamente buenos que se sostienen en el tiempo.
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