Todos deseamos mejorar, lograr el bienestar y ser felices
Lo primero es atribuir a otros, sean familiares, parejas, amigos, vecinos o compañeros de trabajo la causa de mi malestar o dolencia
Puedes elegir alejarte, poner tierra por medio, aislarte…
Todo esto es una realidad aparente
Desde esta forma de pensar, poco o nada va a mejorar. Los caminos fáciles llevan a donde ya estabas.
Todo lo contrario, la causas profundas siguen intactas y existe el riesgo de vivir las mismas experiencias repetidas con más intensidad con otras parejas, otros amigos, otros familiares o nuevos compañeros de trabajo…
Nada fue resuelto en su causa original. La causa te está esperando.
Somos guardianes de nuestra propia infelicidad, somos a veces los defensores inconscientes de nuestro malestar, obtenemos ventajas no conscientes…
No puedes ser el mismo en modo «problema, dolencia, malestar o enfermedad» y en modo «solución, disfrute, bienestar y vitalidad»
He aprendido que una situación se resuelve desde otro nivel de conciencia superior, que para producir cambios profundos no puedes ser la misma persona, no pueden pensar, sentir y decidir lo mismo…
Seamos el creador de nuestra nueva realidad, seamos nuestro auténtico ser y dejemos de ser quien nunca hemos sido
