«Y un día decidí mirar dentro de mi.

Me puse a comprender mi pasado, mi cuerpo, mis relaciones…

Algunas cosas se repetían. Todas las piezas encajaban perfectamente.

Integré mi pasado como una parte valiosa de mi mismo

Decidí no seguir repitiéndolo porque acepte los fracasos como regalos y los dolores como aprendizajes

Solté los rencores, las tristezas, miedos y resentimientos

Llené mi corazón y  mente de esperanza, calma y optimismo

Deje de fotocopiar el pasado y dejé de vivir la vida atado a esa identidad que fui.

Descubrí y empecé a usar mi poder de crear mi realidad y para crearme a mi mismo

Pude sentir lo que es ser libre, confiar en lo desconocido y permanecer abierto

Mereció la pena.

Gracias»

Tomas Elorriaga